Trabajo con esdrújulas

Algo esperpéntico me pasó

Córcholis, me encontré  con una rúbrica insípida de un príncipe mágico  y lúcido que no tenía mucha lógica, pero la firma era modélica y me la quedé.

Luego con la rúbrica un coche automático me compré,  el cual  tenía un esperpéntico murciélago dentro, de repente en un galápago eufórico se transformó, a través de un método ilógico que me asustó, al médico me llevó y en algo fantástico todo quedó.